martes, 3 de febrero de 2009

Cuentos de 6º C 2009 tutora Josefa Coronel Rodríguez

Título: Flyk y el tesoro.
Autor: Jose María Cárdenas Fernández.

Érase una vez un piloto de aviones. El piloto se llamaba Flyh preparó una super mochila con mil cosas, un paracaidas, comida, una linterna, pilas y por supuesto a su mascota, un pájaro llamado Travis.
Travis tenía una cola larga de color lila, alas de color verde, cuerpo de color rojo, cabeza de color azul, y un pico largo de color amarillo.
Cuando Flyk arrancó el motor, Travis se asustó muchísimo por el ruido, pero se tranquilizó rapidamente. Al de 3 o 4 horas aterrizaron en una isla llamada Tortuga, era muy grande y con muchas plantas, árboles y flores preciosas. Travis cuando vio la isla se quedó paralizado y empezó a volar de árbol en árbol alejandose cada vez más hasta que desapareció entre los árboles.
Flyk empezó a buscarlo por toda la isla sin parar. Pasaron dos días y el travieso Travis seguía sin aparecer. Flyk estaba muy preocupado, no paro de buscarlo ni un segundo, y mientras andaba por la isla, encontró un trozo de mapa, lo guardo en su bolsillo sin saber que ese mapa escondía un gran tesoro, y siguió buscando a su mascota.
- ¿Travis dónde estás?, gritó Flyk.
Pero no constestaba nadie, después de varias horas más, a Flyk le pareció ver un montón de pájaros iguales que Travis, miró y se dió cuenta de que travis estaba entre ellos, que eran todos pájaros de su misma especie y...
- ¡Travis ven aquí, vuelve!, le gritaba Flyk exaltadamente.Pero Travis no volvía, se encontraba muy feliz con su familia y no quería volver con él.
Flyk se quedó un rato mirandoles y observo que en la pata de Travis tenía un viejo papel enganchado en la pata, miró asombrado y gritando dijo.
- ¡Es el otro trozo del mapa!.
Flyk siguió los pasos que señalaba el mapa, le llevaba hasta una cueva grande y muy oscura, entró sin pensarselo dos veces, encendió la linterna, y siguió una pequeña luz que veía al fondo de la gran cueva.
La luz se convirtió en la salida de la cueva que daba a un bosque. Flyk se quedó sorprendido al ver que el bosque estaba lleno de hadas, hombres de chocolate, caballos voladores, unicornios...
¡Parecía un cuento!, pero el cuento no terminó así, Flyk se dirigió a un llano donde empezó a cabr y a cabar, hasta que dió con un cofre lleno de cientos de lingotes de oro y plata.
Flyk muy contento salió pitando de la isla y voló hacia su país, aterrizó y sin pensarlo dos veces repartió la mitad de lo encontrado entre los habitantes necesitados.
Desde entonces todos conocen esta leyenda de Flyk el buscador de tesoros.
FIN

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